¿Qué son las buenas prácticas?

Las buenas prácticas son herramientas que permiten a las residencias de protección: estandarizar procedimientos garantizando la calidad y coherencia en la atención; optimizar recursos, permitiendo que las intervenciones sean más efectivas y eficientes; promover el aprendizaje continuo, fomentando la innovación y la mejora constante de los servicios.

En este sentido, las residencias han implementado múltiples prácticas exitosas que mejoran la calidad de vida de los niños, niñas y adolescentes. Desde intervenciones terapéuticas especializadas hasta talleres artísticos y prácticas holísticas, muchas de estas iniciativas han tenido un impacto positivo demostrable. Sin embargo, en ocasiones estas prácticas permanecen aisladas debido a la falta de canales formales para compartir conocimientos y aprendizajes.

En el programa PROTEGE, creemos firmemente en el poder del conocimiento compartido para construir un sistema de protección más humano y eficaz.

Con estrategias, acciones o metodologías que han demostrado ser efectivas para el logro de nuestros objetivos, podemos servir como modelo para orientar y mejorar el trabajo en otras organizaciones, así como también nutrirnos de otros aprendizajes.

Somos conscientes que el sistema de protección enfrenta día a día desafíos complejos, desde la resignificación del trauma hasta la creación de entornos que promuevan el desarrollo emocional y social de niños, niñas y adolescentes. 

En PROTEGE creemos que compartir buenas prácticas podría transformar la calidad del sistema en su conjunto.

¡Fórmate con nosotros!

Sé parte de la comunidad PROTEGE y transformemos la vida de niños, niñas y adolescentes que han sido gravemente vulnerados.

Compartir en:

Otras notas de interés