Enfoque de curso de vida en el trabajo residencial

El enfoque de curso de vida es una perspectiva integral que permite comprender el desarrollo humano como un proceso dinámico en el que las experiencias, las transiciones y los contextos desempeñan un papel importante en la construcción del bienestar de cada persona.

El desarrollo es un proceso influenciado por múltiples factores acumulativos, como el entorno familiar, social, económico, cultural y ambiental. Es importante tener en cuenta que cada persona está situada en un tiempo y lugar específicos, por lo tanto, la historia personal no ocurre en forma aislada, sino que está influenciada por la cultura en la que se está inserto o inserta, el entorno en el que se vive (vida familiar y territorio) y el momento histórico que toca atravesar. Así, cada niño o niña crece en un contexto particular que influye en su bienestar y en las oportunidades que tiene para desarrollar sus habilidades y potencial.  

Este enfoque contempla que cada trayectoria de desarrollo es única y está influenciada por momentos esperados, que generalmente siguen un patrón común -por ejemplo, la entrada y egreso de la escuela-, y por situaciones inesperadas que pueden generar desafíos adicionales, ya que no siempre existen recursos o estrategias estandarizadas para afrontarlos, como lo es por ejemplo una separación familiar. Esto significa que cada experiencia que vive un niño o niña, ya sea positiva o adversa, se va sumando a lo largo de su vida y afecta su crecimiento. Algunas experiencias les ayudan a madurar y desarrollarse, mientras que otras pueden generar dificultades o desafíos.

Comprender este proceso permite a los equipos residenciales diseñar intervenciones que fortalezcan sus capacidades para generar resiliencia y les proporcionen bases sólidas para su futuro.

Así, conocer y reconocer la etapa del desarrollo en la que se encuentran niños, niñas y adolescentes permite elaborar actividades adecuadas a las necesidades y desafíos propios de su edad.

Se apuesta por intervenciones específicas para grupos de edad según el curso de vida de los NNA, entendiendo también y respetando la disarmonía del desarrollo que puede presentarse y que debe ser contemplada en las intervenciones.

Dónde poner atención

Asumir el enfoque del curso de vida implica acompañar a los NNA, asegurando que cuenten con garantías y apoyos flexibles, pertinentes y oportunos para potenciar su máximo desarrollo físico, mental, emocional y social, acorde con su etapa vital. Dentro de este marco, es importante considerar:

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